Dios
Hay un solo Dios, quien creó, sostiene y reina sobre todas las cosas, el cual es digno de amor, reverencia y obediencia (Génesis 1:1; Deuteronomio 6:4).
Ha existido eternamente y se ha revelado a sí mismo como Padre (sobre todos), como Hijo (por todos) y como Espíritu Santo (en todos), con funciones distintas, pero con la misma esencia, naturaleza y perfección en sus atributos (Salmo 90:2; Mateo 28:19; 1 Pedro 1:2).
La Biblia
Es la Palabra de Dios sin ningún error y fue escrita por autores humanos inspirados por la guía del Espíritu Santo y es la suprema autoridad del conocimiento que salva, da fe y vida (Salmo 19:7-11; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:20-21).
Jesucristo
Es el Hijo de Dios concebido virginalmente por el Espíritu Santo, totalmente Dios y totalmente hombre, que vivió sin pecado, murió en sustitución por el pecado de la humanidad, fue sepultado y resucitó al tercer día. Ascendió a los cielos y regresará para reinar como Rey de reyes y Señor de señores (Isaías 9:6; Mateo 1:22-23; Juan 1:1-5, 14; Hechos 1:9-11; 1 Corintios 15:1-8; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:15-20; Hebreos 4:14-15; Apocalipsis 19:16).
El Espíritu Santo
Es eterno e igual en atributos al Padre y al Hijo. Está presente en el mundo para redargüir al hombre de pecado, de justicia y de juicio, y hacer consciente al hombre de su necesidad de un Salvador. Vive en cada cristiano desde el momento de su salvación y lo santifica progresivamente para vivir una vida de victoria sobre el pecado, ayudándolo a entender las verdades espirituales y guiándolo a toda la verdad. Otorga dones espirituales para servir al cuerpo de Cristo y crecer en amor (Juan 14:16-19, 16:7-15; Hechos 1:8; Romanos 8:9; 1 Corintios 2:12, 3:16, 6:19-20; 2 Corintios 3:17; Gálatas 5:25; Efesios 1:13; Tito 3:5).
El Origen del Hombre y su Necesidad de Salvación
En el principio, Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza; varón y hembra los creó. El hombre no es producto de la evolución. La humanidad cayó en pecado a través del primer hombre, Adán. Como resultado, todos heredamos el pecado, pues todos pecaron. Esto trajo como consecuencia la muerte física y espiritual. Por esta razón, el hombre necesita perdón y salvación. (Génesis 1:26-27, 3:1-24; Isaías 53:6a, 59:1-2; Romanos 3:10-23, 5:12-15, 6:23).
La Salvación
La salvación es un regalo inmerecido de Dios, que no se basa en las buenas obras del hombre (Romanos 3:18-26), sino en el arrepentimiento y la entrega de nuestra voluntad a Dios, con plena confianza en que, a través del sacrificio de Cristo en la cruz, nuestro pecado ha sido cubierto.
Dios ofrece perdón y salvación al hombre mediante el sacrificio de Cristo en nuestro lugar (Juan 3:3-8).
La vida eterna comienza en el momento en que una persona rinde su vida a Cristo y recibe la salvación por fe (Juan 1:12, 14:6; Romanos 5:1, 6:23; 2 Corintios 5:21; Gálatas 3:26; Efesios 2:8-9; Tito 3:5).
Dado que la vida eterna es un regalo inmerecido de Dios, recibido por fe en base al sacrificio de Cristo, tenemos la seguridad eterna de nuestra salvación. Esta es mantenida por el poder y la gracia de Dios, no por los esfuerzos del creyente (Juan 10:28-30; Efesios 1:13-14; 2 Timoteo 1:12; Hebreos 7:25, 10:10,14; 1 Pedro 1:3-5; 1 Juan 5:11-13).
La gente que muere con sus pecados perdonados por su fe en Jesucristo pasará la eternidad en el cielo. La gente que muere sin haber puesto su fe en Jesucristo pasará la eternidad en el infierno. La Biblia enseña que ambos son lugares literales de existencia eterna (Juan 3:16; Apocalipsis 20:11-15; Romanos 6:23).
Testimonio público de nuestra Fe
1. El Bautismo (Mateo 28:16-20)
Es un acto de obediencia mediante el cual damos testimonio público de nuestra fe, expresando nuestro deseo de ceder los derechos de nuestra vida a nuestro Salvador. “Porque somos sepultados juntamente con Cristo para muerte por el bautismo, a fin de que, como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” Romanos 6:4.
2. La Cena del Señor (1 Corintios 11:23-30)
Es una ordenanza instituida por el Señor para anunciar Su muerte hasta que Él venga. “Todas las veces que comiereis este pan y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga” 1 Corintios 11:26.
La Iglesia
Es el cuerpo y la esposa de Cristo. Está integrada por discípulos que han sido bautizados y añadidos al cuerpo de Cristo, los cuales se reúnen regularmente para adorarle, servirse unos a otros, evangelizar, discipular y tener comunión (Mateo 16:18; 1 Corintios 12:12-14; Efesios 1:2-23; Hebreos 10:24-25).
La Familia
Dios ha ordenado la familia como la institución fundamental de la sociedad (Génesis 2:18-24).
El matrimonio es la unión de un hombre y una mujer en un pacto que dura toda la vida (Mateo 19:5-6).
Los hijos, desde el momento de la concepción, son herencia de Dios y deben ser educados en el temor del Señor (Salmo 127).
Relación entre la Iglesia y el gobierno
Creemos en la separación de la Iglesia y el Estado, pero no en la separación de Dios y el gobierno (Romanos 13:1-7).